Sistema
Educativo Mexicano
SEMESTRE
FEBRERO –
JUNIO , 2013
Catedratico:
Rodolfo Ernesto García Rodríguez
Alumna: Rosa
María Vega Rodríguez
Matrícula:
5364
Ensayo de El
Federalismo Educativo
Monterrey,
Nuevo León, Mayo de 2013
INTRODUCCIÓN
Al ser el
Federalismo un sistema de gobierno basado en el principio de la autonomía de
los subsistemas; el federalismo y la descentralización han cobrado gran
relevancia en la actualidad como principios de organización política y
administrativa de los países.
Su esencia está, en la creación
de instituciones y procesos que permitan alcanzar una unidad política que se
acomode y aumente la diversidad durante la solución de los problemas de la vida
diaria, en los cuales la democracia, entendida como un gobierno del pueblo,
signifique “autogobierno”.
Constituye
una expresión totalmente viva en el estado mexicano, expresado y protegido por
la Constitución. Nace para “redefinir” el pacto federal, para fijar una
sociedad y un gobierno más participativo, acorde a los nuevos tiempos. Una
Federación, puede surgir de varias maneras, puede surgir de un proceso
contrario, es decir, de un país originalmente centralista en el que una reforma
constitucional o un movimiento armado logran cierto grado de autonomía para
distintas regiones, este el caso de México, un medio que escogió para traducir
en realidad las diferentes necesidades de la sociedad, el federalismo.
Así el Federalismo
Educativo, es una doctrina política que busca que una entidad
política u organización, formada por distintos organismos (Estados,
asociaciones, agrupaciones, sindicatos, etc.)
Delega algunas libertades o poderes propios a otro organismo superior, a
quien pertenece la soberanía (Estado federal o federación).
La
descentralización consiste en el traspaso del poder y toma de decisiones hacia
núcleos periféricos de una organización, puede ser política o administrativa y
social. El gobierno central otorga un mayor poder a los gobiernos locales.
En el presente Ensayo pretendo hacer
una reflexión sobre la Centralización, Descentralización,
y Federalismo educativo que a través de los años el sistema educativo de México a pasado.
Según
Arnaut, el sistema educativo federal mexicano, fue marginado por sus fundadores
como un mecanismo que iba a complementar y estimular la iniciativa educativa de
los estados y los ayuntamientos. Nunca pensaron que absorbiera, anulara la
iniciativa local. Sin embargo, la magnitud del rezago educativo, el tamaño de
las tareas que era necesario emprender para resolverlo y la debilidad de la
organización local y municipal, obligaron a desarrollar una empresa, educativa
apoyada principalmente en la acción federal (1998, p19)
CENTRALIZACIÓN
A
partir de la creación de la Secretaria de Educación Pública (SEP) de la
federación, en 1921, por iniciativa de José Vasconcelos, quien además fuera
también su primer titular, comenzó formalmente el proceso jurídico, político y
administrativo de centralización nacional de la educación primaria. Así entre
1921 y 1940 los estados de la república cedieron al gobierno federal parte o
totalidad de sus sistemas educativos. A este proceso se le denominó “federalización”,
pero en realidad tenía sentido centralizador.
Distintas
acciones emanaron de los gobiernos posrevolucionarios a fin de asegurar la
educación primaria, obligatoria desde la reforma constitucional de 1934 y única
con ese carácter, hasta 1993, año en que la educación secundaria se hizo
obligatoria.
Por otra
parte, el magisterio se convierte, en uno de los brazos corporativos e ideológicos
más importantes. En 1943, con apoyo del gobierno federal, se unificaron las
distintas organizaciones gremiales de maestros en una sola: el Sindicato Nacional
de Trabajadores de la Educación SNTE. Desde entonces, ha sido fundamental en la
gestión de los servicios educativos y en el control político del magisterio. A
partir de 1958, año en que tuvo lugar una amplia movilización magisterial, que
reclamaba autonomía sindical y apertura democrática, el debate sobre la
necesidad de desconcentrar o descentralizar la SEP, se fue haciendo más
urgente, sin que se tomaran decisiones trascendentes. No fue sino hasta 1978, después
de dos décadas de desajustes sociales y políticos, entre los que
Destaca el
movimiento estudiantil de 1968, cuando se toma la decisión de “desconcentrar”
la SEP, por medio de las delegaciones en los estados, al tiempo se reorganizaba
el trabajo de la Secretaría, especialmente en el ámbito de la planeación y
programación de los servicios.
Ante este panorama creo, que José Vasconcelos
tuvo muy claras las actividades que
realizo en la Secretaría. El proceso educativo era algo totalmente articulado,
de manera que la actividad en ese sentido estuviera dirigida a todos los
sectores de la sociedad. Fue un hombre
de ideales que consiguió darle un gran impulso a la institucionalización
educativa, pero las cuestiones políticas imperantes en el país hicieron que
renunciara, dejando la Secretaría de Educación Pública con nuevos proyectos que
se fueron consolidando en los siguientes años y que hoy día seguimos
disfrutando y reformando.
Por
otra parte, ya durante la gestión de Miguel de la Madrid se intentó
descentralizar la educación básica. La dificultad del gobierno, para
descentralizar la educación pública, radicó precisamente en el hecho de que, en
estos años de crisis el gobierno se sirvió de estas corporaciones para atenuar
el malestar social. Por ello, generaba fuertes resistencias que no pudieron ser
resueltas sino hasta el siguiente sexenio.
DESCENTRALIZACIÓN
El
avance siguiente en la descentralización educativa se da casi al final del
sexenio 1988-1994, cuando prácticamente ha concluido la privatización de la
economía. La descentralización constituye el más problemático de los elementos
de reforma, no sólo por sus implicaciones políticas para el SNTE, por la
posible erosión de su poder corporativo a nivel nacional, sino también porque
para los gobiernos estatales el problema no es menor, debido al incremento de
sus responsabilidades, la inexperiencia en la operación del servicio y las
implicaciones políticas que su trato directo con el magisterio les representa.
La formalización de la
descentralización administrativa, otorga
la vía a la definición de las figuras de
“autoridad educativa federal”, “autoridad educativa local” y “autoridad
educativa municipal”. Se reafirma la función normativa de la SEP, respecto a
educación básica y normal, y se reasignan funciones “exclusivas” para cada una
de las tres figuras antes enunciadas. En concordancia con estos cambios se
reglamenta la concurrencia de los poderes federal y estatal en el
financiamiento de los servicios educativos.
“La descentralización o federalización
educativa es un fracaso”, según los líderes sindicales; “no hubo una
transferencia verdadera de poderes”, en voz de las autoridades educativas y en
visión de las instituciones del centro “los estados son incapaces de gobernar
sus sistemas educativos”.
Parece
que con esta perspectiva, el nuevo federalismo educativo “naufraga en juegos
de poder donde los únicos ganadores” son el SNTE y la burocracia de la SEP
(2008:11, énfasis añadido)
FEDERALISMO EDUCATIVO
Desde
el Constituyente de 1824, y en afinidad con los postulados del liberalismo, el
régimen federal ha sido la organización política natural de nuestro país para
lograr, en la rica diversidad de sus regiones, la unidad nacional. Esta
organización fue ratificada y enriquecida por la Constitución Política de 1917.
En el siglo veinte, el sistema federalista, ha sido el medio para conjuntar
objetivos, unir fuerzas y cohesionar labores.
El
federalismo viene a articular el
esfuerzo y la responsabilidad de cada entidad federativa, de cada municipio y
del Gobierno Federal, en el propósito de alcanzar una educación básica de
calidad.
El objetivo es devolver a
las entidades federativas el control sobre la administración de los recursos
educativos. Además, permite re articular las relaciones laborales entre la SEP
y el SNTE. A partir del mes de mayo de 1992, se hace realidad
con la firma del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica,
donde se establece que el sistema educativo mexicano debe ser flexible, de
mayor calidad y otorgar el poder de decisión en la educación a los estados y
municipios y los padres de familia.
Por
tanto el Ejecutivo Federal se compromete a transferir recursos suficientes para
que cada gobierno estatal se encuentre en condiciones de elevar la calidad y
cobertura del servicio de educación a su cargo, de hacerse cargo de la
dirección de los planteles que recibe, de fortalecer el sistema educativo de la
entidad federativa, y cumplir con los compromisos que adquiere en este Acuerdo
Nacional.
Ante
este panorama me queda claro, que se
busco una transformación en las relaciones entre los actores políticos, del
sistema educativo, sobre tres puntos clave: Descentralización administrativa,
Reforma de planes y contenidos, y Carrera magisterial.
CONCLUSIÓN
Entonces,
después del manejo centralizado del sistema educativo mexicano, por décadas, considero no fue malo, cubrió las expectativas
en el momento, e inició una etapa nueva en su desarrollo, La modernización educativa,
con el propósito de impulsar la educación para todos de calidad y equidad.
Sin
embargo tanto el SNTE, como autoridades federales y los estados usaron el
concepto “federalización”, proceso mediante el cual se redistribuye las
funciones educativas para construir un “nuevo federalismo”.
A
veinte años del Acuerdo Nacional de la Modernización Educativa, si existe una
cobertura y asistencia a la escuela, pero que sucedió con la calidad y equidad,
hoy carecemos de infraestructura adecuada, falta de formación y actualización
de los maestros, la función educativa de
los estados.
Hoy
declaran que los malos resultados, son atribuidos a los maestros, como si
fueran únicos, en el sistema educativo, que ha mostrado en su conjunto, desde
sus más altas esferas, un mal funcionamiento en la aplicación de programas y la
gestión escolar.
Transformar
un sistema tan grande, con prácticas burocráticas, no orientadas al
aprendizaje, exige capacidad, decisión y gestión.
En
conclusión, el cambio en la educación mexicana, como producto de la reforma, es
un proceso abierto. Su eficacia depende del compromiso de los actores sociales
y políticos con el fin primordial de toda acción educativa: el desarrollo
humano.
REFERENCIA BIBLIOGRAFÍCA
Ruiz Massieu, José
Francisco. Federalismo Mexicano y descentralización: Reflexiones sobre su
evolución reciente.
Modernización del
Federalismo Sep- México, 1975
Revista de Educación y
Cultura Dic-1992