viernes, 31 de mayo de 2013


SILVIA LOPEZ RIVERA

LAS ESCUELAS PRIVADAS

LA DESIGUALDAD EN EL SISTEMA EDUCATIVO MEXICANO

 

Introducción

En el capítulo 6 de El Sistema Educativo Mexicano Carlos Ornelas hace mención de los factores que inciden en la desigualdad que se presenta en las instituciones educativas que conforman el SEM. Entre ellas se distingue la presencia de las escuelas privadas, y al hacer un análisis profundo se ven las ventajas y desventajas de los servicios prestados en las mismas.

A la par de las escuelas públicas, las escuelas privadas tienen sus misiones, filosofías, orientaciones y currículums  que no siempre concuerdan con las corrientes temporales mencionadas en los apartados anteriores, por lo que es necesario observar si la privatización de la educación representa un apoyo a la educación o un mero trámite comercial.

·         Auge de las escuelas privadas

Una de las causas por las cuales se da una importancia a las escuelas privadas es la creencia de su calidad superior a las escuelas públicas. Resultados recientes de las evaluaciones estandarizadas aplicadas a nivel nacional (ENLACE) ponen en discusión este punto, ya que los datos dan a entender que existe un nivel similar en ambos sectores, y promueve a la reflexión sobre los factores que inciden en la calidad de la educación en los mismos.

La heterogeneidad de los currículum, misiones y filosofías dan a los padres de familia un abanico de opciones que, de ser posible, pueden ser aprovechadas para el mejor crecimiento intelectual de sus hijos

 

·         Sector laico elitista

La primera observación que se hace de este sector de las escuelas privadas es su apego al corporativismo; la misión que de ella emerge es de educar a los hijos de ciertos sectores y darles armas para servir a los futuros generadores de ingresos y de capital al país. Sin embargo, el desprecio que hacen de la educación pública deja mucho qué desear, ya que de ésta han surgido grandes líderes y científicos que han hecho aportaciones valiosas al país, y que desafortunadamente son discriminados por el origen de su educación.

Otra de las ideas que defiende este tipo de escuelas es la afiliación a sectores internacionales por la naturaleza de la institución. Es innegable que, de cumplirse con el currículum oficial, estas escuelas ofrecen otro currículum que da una visión integradora y global, congruente con la ideología de Vasconcelos de crear una educación que incremente la cultura. Los libros no son los únicos transmisores de la misma, ya que a través de talleres, excursiones y viajes los alumnos tienen cerca las distintas manifestaciones artísticas.

Dentro de la educación por competencias esto adquiere un valor mayor, ya que se busca promover en el alumno un aprecio a las distintas manifestaciones artísticas, incluso en el contexto en el que se generaron, y siendo el espacio parte del contexto de las obras de arte, qué mejor que contar con fuentes de primera mano para contextualizar esos conocimientos.

La naturaleza de las escuelas laicas consiste en ver al alumno como un simple cliente al que se le debe prestar un servicio, y esto presenta una antinomia interesante en cuanto a los resultados: como los alumnos son los que pagan, la escuela se obliga a brindarles los mejores maestros, equipo, instalaciones… cosas que no existen en las escuelas públicas; sin embargo, con tal de mantener un prestigio educativo, se alteran evaluaciones y se acredita a los alumnos indiscriminadamente, además de dar prioridad a actividades extra curriculares y cosas que se ven “desde el exterior”.

 

·         Grupo elitista confesional

Las distintas órdenes religiosas han hecho su aparición en el país desde su colonización, e incluso se puede atribuir gran parte de la alfabetización al trabajo de los jesuitas que, con una misión evangelizadora, llenaron de letras a los indígenas y con ellas conocimientos científicos disponibles en la época.

Con esta idea, es justo pensar que se debe dar una continuidad a su labor, ya que la oferta pública no puede absorber la matrícula nacional y dar un servicio de calidad al país. Sin embargo, desde el momento en que constitucionalmente se promulgó la escuela laica, estas instituciones educativas peligraron ya que promovían la cultura a la luz de la fe.

La orientación conservadora de estas escuelas, en la actualidad, puede dejar mucho qué desear, ya que se han dado numerosos casos de alumnos y ex alumnos que no dan ejemplo de lo que se enseña en sus aulas; quizá por un exceso de carga filosófica o por las presiones sociales, ya que la religión ha pasado a los últimos planos del respeto a la familia, a la vida y a la sociedad misma.

Escuela laica de sectores medios.

Nuevamente, al ser vista como un negocio, la escuela tiene diferente filosofía y promulga un incremento en los resultados de las evaluaciones. Sin embargo, en el segmento de la educación de las clases medias sí reflejan un avance en las estadísticas.

La principal razón por la que los padres de familia prefieren estos establecimientos es que no quieren que sus hijos asistan a las escuelas públicas por el tipo de compañeros que tienen. Las colonias populares no son las únicas que tienen un rezago económico y educativo, por lo que los padres buscan una mejor oportunidad para que sus hijos socialicen con otros sectores de la sociedad y que esta relación se refleje en mejores actitudes y valores.

Sin embargo, al pertenecer a una clase media en vías de extinción, estas escuelas corren peligro de inclinarse a uno u otro lado de la balanza: convertirse en escuelas populares de paga (que incidiría en reducción de costos y quizá en calidad), o formar parte de la escuela elitista, obligados a incrementar un presupuesto y mejorar la calidad del servicio ofrecido.

 

·         Escuela confesional para las clases medias.

Gracias a los tratados internacionales y a la inminente globalización, este tipo de escuelas han borrado el repudio a la cultura estadounidense. Sin embargo, a pesar de este avance cultural, las escuelas peligran ante la gran oferta que se presenta, ya que la competencia ha mermado la inscripción a este tipo de escuelas, quizá ante la idea de que por ser religiosa, debe ser elitista.

Incluso entre órdenes religiosas se ha hecho presente desde siempre este elitismo: los seguidores del Opus Dei, Salesianos y las órdenes del Sagrado Corazón, por ejemplo, cuentan con instalaciones lujosas en sus templos y planteles educativos; por el contrario, los Guadalupanos y Combonianos expresan una mayor modestia, instalándose incluso en sectores populares de nuestro municipio, por ejemplo, en la Colonia Independencia o Talleres, donde la población pertenece a la clase media baja y con numerosos integrantes de la familia.

 

·         Escuelas prestadoras de un servicio público.

Estas escuelas atienden sobre todo a los sectores marginales. Por igual, laicos y confesionales, promulgan el carácter de la educación gratuita, ya sea por el servicio público o por la idea pastoral. Sin embargo, no siempre son bien vistas por las comunidades, ya que la calidad del servicio prestado no siempre concuerda con las necesidades emergentes; tiene prioridad la capacitación para el trabajo, prestada por el sector público. Sin embargo, la educación básica es generalmente prestada por las llamadas sectas religiosas, que evidentemente tienen un carácter evangelizador.

 

Conclusión

La perspectiva de la población hacia la educación pública no siempre es buena, y al buscar una opción mejor aparecen las escuelas privadas, que también son señaladas por sus múltiples deficiencias y por la baja calidad.

La propuesta de Carlos Ornelas en este apartado no está muy lejos de una realidad alcanzable: mejorar el servicio de las escuelas públicas. Sin embargo, al involucrarse muchos factores de peso (dígase SNTE, autoridades educativas) este ideal se aleja de lo que podría representar para el país un incremento en los niveles a nivel mundial, y ser generadora de conocimientos.

La baja inversión en investigación y educación, el desvío de estos pocos recursos y la falta de compromiso de los actores educativos son cosas difíciles de tratar, pero que con el tiempo podrían generar esas reformas profundas para la transición del SEM.

 

BIBLIOGRAFÍA.

Ornelas, Carlos (1995). El Sistema Educativo Mexicano. La transición de fin de siglo. Fondo de Cultura Económica. México.

 

 

 

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